domingo, 28 de octubre de 2012

DIARIO EL PAÍS: Colombia pasa del optimismo a la incertidumbre ante la negociación de paz

 

  • Ya habíamos comentado aquí que el tono de las declaraciones de las FARC podía esperarse, aunque no haya sido el más adecuado ni diplomático. La ciudadanía colombiana, al parecer, según la noticia de El País, basada en encuestas del Centro Nacional de Consultoría, se ha desconcertado por esta "salida" del grupo guerrillero. Sin embargo, no hay que llamarse a engaños ni desanimarse tan pronto, puesto que se trata de una negociación dura y difícil, e independientemente del tono arrogante empleado, algunas de las críticas que hace el grupo guerrillero son acertadas. Lo importante es que las FARC se convenzan de que esas críticas deben pasar a hacerlas por los cauces democráticos y no con las armas y que de lo que ahora se trata es de negociar el fin de su actividad armada y su reintegro a la vida civil y política.
  • Melba Luz Calle 

A continuación la noticia aparecida en EL PAÍS: 

El discurso del jefe guerrillero Iván Márquez tras la primera cita en Oslo entre el Gobierno colombiano y las FARC resultó desalentador y rebajó las expectativas de los colombianos


Iván Márquez habla ante la prensa en Oslo el 18 de octubre. / Braastad, Audun (AP)
Del optimismo a la incertidumbre. Así podría definirse la reacción de los colombianos tras el primer cara a cara público entre el Gobierno de Juan Manuel... Lo que pudo haber sido una cita histórica para iniciar las negociaciones que buscan acabar con una guerra de 50 años, dejó un sinsabor sobre cuál será el final de este nuevo intento por alcanzar la paz.
En Colombia se esperaba que el encuentro con las FARC fuera el inicio de su rendición. Pero lejos de aceptar que es una guerrilla diezmada, que ha tenido que soportar la muerte de sus líderes más importantes y la deserción de miles de sus hombres, envió un mensaje desafiante.
Iván Márquez, segundo al mando de las FARC y vocero de esa guerrilla, aprovechó los micrófonos en Oslo para criticar el modelo social y económico, la inversión extranjera y a los militares, así como para pedir cambios estructurales que no forman parte de la agenda acordada.
Las reacciones no se hicieron esperar. Voces de diversos sectores políticos y sociales afirmaron sentir una mezcla de rechazo y una inyección de realidad. Santos tuvo que aclarar que su Gobierno sabe dónde están “las línea... que se trasladarán a Cuba el 15 de noviembre. También dijo que si el proceso no avanza, Colombia no correrá con ningún coste, e insistió en que no habrá un alto el fuego como pretenden las FARC. Otro que salió a calmar los ánimos fue el general retirado del Ejército y negociador, Jorge Enrique Mora, quien descartó cambios en la doctrina militar.

Al 67% les gustó la franqueza con que hablaron las partes en Noruega
El discurso de Márquez ha sido calificado como un verdadero jarro de agua fría, lleno de desplantes, prepotente, agresivo y nada diplomático, como fue la intervención de Humberto de la Calle, portavoz del Gobierno, quien tuvo que aclarar que las negociaciones se limitarán a cinco puntos: desarrollo rural, participación política, desmovilización, narcotráfico y víctimas. Para discutir otros temas, como el minero-energético, “las FARC tienen que dejar las armas, hacer política y ganar las elecciones”, dijo con firmeza.
Así las cosas, quedó claro que la negociación no será fácil y que persisten grandes diferencias políticas e ideológicas. “Era previsible, pues se trata de partes antagónicas que no se reúnen para intercambiar elogios, sino a discutir diferencias”, escribió Carlos Lozano, reconocido líder de izquierda. Sin embargo, el expresidente César Gaviria insistió en que el discurso de las FARC fue hostil: “Ellos pueden decir lo que quieran y salir con unos cuentos de que van a salvar a Colombia, pero a fin de cuentas los puntos que se van a desarrollar son los que el Gobierno incluyó en la agenda”.
Aun así, para el colombiano común hay más dudas que certezas. Una encuesta realizada por el Centro Nacional de Consultoría al día siguiente de la cita en Oslo reveló que a un 67% de los encuestados les gustó la franqueza con que hablaron Gobierno y FARC, pero esto, a su vez, debilitó la confianza en el proceso. De 0 a 10, la confianza fue calificada con 5,06.

Las FARC tratan de calmar ánimos y dicen que no tienen una agenda oculta
Pero también hay quienes piensan que las palabras de Márquez emulan el discurso que las FARC han mantenido por décadas, por lo que no hay que indignarse tanto. El diario El Espectador, segundo del país, afirmó en un editorial que “si es con palabras y no a bala, mejor...”.
Para Juan Carlos Palou, de la Fundación Ideas para la Paz, “la sinceridad en la posición de Márquez puede ser un signo de compromiso con la negociación”. Por su parte, Carlos Salgado, director de Planeta Paz, organización que trabaja con sectores populares, agregó que, para algunos sectores, Márquez no dijo nada que no fuera cierto.
Muy diferente piensan los gremios empresariales mencionados con nombre y apellido por el líder subversivo. Uno de los indeseables para las FARC es el exvicepresidente Francisco Santos, alfil de Álvaro Uribe, quien aseguró en una entrevista que “la batalla de la propaganda la ganaron las FARC” en Oslo. El Consejo Gremial Nacional se pronunció para rechazar cualquier señalamiento contra los empresarios y recordó que este sector ha sido “víctima del conflicto...”. Y el expresidente Uribe se unió a las reacciones en Twitter: “No podemos permitir que el terrorismo venga a darnos lecciones de humanidad y que el narcotráfico nos hable de desarrollo en nuestro país”.
Y es precisamente el tema del desarrollo rural el primer punto que discutirán los negociadores en Cuba. “Para las FARC este tema tiene un enfoque integral y para el Gobierno, un enfoque territorial. Santos no incluye la minería dentro de la discusión y las FARC sí, entre otras cosas porque se hace en zonas rurales”, explicó Salgado.A la polémica se suma que Márquez metió el dedo en la llaga cuando criticó la ley de víctimas y restitución de tierras —bandera de Santos—, calificándola de trampa que busca favorecer a los empresarios. Este es un tema sensible cuando se calcula que la tierra abandonada por los desplazamientos forzados llega a ocho millones de hectáreas. Esta semana, el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, afirmó que casi el 38% de las solicitudes de restitución de tierras corresponden a víctimas de las FARC. Santos también se defendió diciendo que la guerrilla está molesta porque “saben perfectamente que eso [la restitución que lidera el Gobierno] es algo que les quita sus banderas de propaganda”.
Sea cual fuere el destinatario del discurso de Márquez —la comunidad internacional o sus hombres en la selva—, para analistas como Palou lo que debería interesarles es llegarle al ciudadano común. “La opinión pública es la que más influencia tiene para darle oxígeno al Gobierno o a sus enemigos. Si las FARC no hacen alguna concesión, lo más probable es que en pocos meses [la opinión pública] esté reclamando el retorno del uribismo”, dijo refiriéndose a la salida militar. 
Las FARC, molestas con los medios de comunicación, salieron el viernes a la palestra con un comunicado en el que trata de despejar dudas y calmar ánimos: “La agenda de La Habana es breve, pero profunda... Plantea objetivos de fondo... No hay agendas paralelas ni ocultas por parte de la insurgencia...”

EUSKAL HERRITIK KOLONBIARA, EN APOYO AL PROCESO DE PAZ

 




miércoles, 24 de octubre de 2012
Desde Euskal Herria queremos hacer llegar a la sociedad colombiana el siguiente mensaje: 
 
Diferentes entidades que tenemos contacto con organizaciones que trabajan por la paz, los Derechos Humanos y la resolución del conflicto en Colombia nos hemos reunido para expresar de manera conjunta nuestro apoyo a la sociedad colombiana en un momento tan importante para su proceso de paz.
En primer lugar, queremos saludar con gran ilusión el anuncio de negociaciones que en los próximos días darán inicio en la capital noruega, así como la disposición al diálogo del gobierno de Colombia y de los representantes de las FARC-EP y del ELN.
 
En segundo lugar, manifestamos que no es nuestro objetivo dar lecciones ni decir a la sociedad colombiana lo que debe hacer, ya que desconocemos la complejidad de las causas, agentes y matices del conflicto colombiano.
 
En tercer lugar, queremos subrayar que, a pesar de la distancia, nos une una profunda solidaridad con el sufrimiento que el pueblo colombiano padece tras largos años de conflicto violento y deseamos que estos primeros pasos sean una oportunidad para cambiar el actual escenario.
 
En cuarto lugar, queremos mandar un mensaje de esperanza: se abre un tiempo de cambio que necesitará de la ayuda de todas y todos; un tiempo de generar confianza donde hasta ahora ha habido desconfianza, de tender puentes donde hasta ahora se habían roto. Tan importante como el resultado final será el proceso mismo que se ponga en marcha para asentar así las bases para una convivencia futura en Colombia.
 
En quinto lugar, queremos animar al Gobierno colombiano, a las FARC-EP y al ELN a que tengan en cuenta a la sociedad colombiana en este proceso. La ciudadanía debe desempeñar un papel protagonista. De esta manera, se reforzará el proceso de paz y se atenderán sus preocupaciones y propuestas en aras a construir un nuevo futuro para Colombia.
 
Finalmente, en sexto lugar, queremos compartir la preocupación que nos produce la existencia de espacios de sufrimiento como consecuencia de la persistencia de la violencia. Consideramos que la población civil es la más vulnerable a esta situación y que adoptar alguna medida encaminada a la humanización de la situación es de gran importancia. Por ello consideramos necesaria una declaración de alto el fuego multilateral para favorecer la seguridad de la población civil, contribuir a generar confianza en el proceso y garantizar la participación en igualdad de condiciones de todos los agentes implicados en el mismo, incluida la sociedad civil colombiana.
 
Desde Euskal Herria queremos hacer llegar un abrazo solidario al pueblo colombiano y a sus agentes políticos, desde la convicción de que la paz es un derecho humano básico del cual la sociedad colombiana también debe gozar. Por eso nos comprometemos a mantener el foco en los avances que se vayan dando en Colombia y ofrecemos nuestra colaboración y solidaridad. 
Lokarri, Fundación Mundubat, Alboan, Sodepaz, Mugen Gainetik, Instituto Hegoa, Asociación Jorge Adolfo Freytter Romero
http://www.lokarri.org/index.php/es/actualidad-lokarri/prensa/euska...

domingo, 21 de octubre de 2012

CONTINÚA EL PROCESO DE PAZ: LAS DECLARACIONES EXALTADAS DE LAS FARC EN NORUEGA ERAN DE ESPERARSE


La guerrilla de las FARC aprovechó el momento de Oslo para legitimar su existencia y poner en cuestión al Estado colombiano. Era de suponerse porque en adelante el proceso será a puerta cerrada. Pero, también podemos esperar que a partir de ahora los negociadores de las FARC adopten una posición más realista.

Ciertamente Colombia es un país con un grado de desigualdad social escandaloso y uno de los factores que intervienen destacadamente en ella es la exagerada concentración de la propiedad de la tierra, pero estos son problemas que no se van a solucionar en una mesa de negociaciones de pocos meses.

El proceso de paz debe concretarse  en el abandono de las armas por parte del grupo guerrillero y en los mecanismos del regreso de sus miembros a la vida civil, siempre que los máximos responsables de delitos de sangre acepten su responsabilidad, se entreguen a la justicia y cumplan las penas que les sean impuestas.

Estos son los temas que pueden conducir al primer paso de la paz: el fin de la lucha armada y la incorporación a la vida civi de los guerrilleros, siempre  que no sean los máximos responsables de crímenes atroces, quienes deberán responder ante la justicia.

Melba Luz Calle


Ver más en El Tiempo:

Proceso de paz: un arranque que dejó clara la magnitud del reto.

Un arranque que dejó clara la magnitud del reto
Una foto para la historia: las delegaciones de Gobierno y guerrilla anunciando la instalación oficial del proceso.
Foto: Efe

En Noruega, Gobierno y Farc hicieron públicas sus profundas diferencias.

Esta semana, en las afueras de Oslo, donde ocurrió la primera presentación pública del Gobierno y las Farc juntos desde que comenzaron a dialogar -hace ocho meses-, quedó marcado el difícil pulso que será el proceso de paz con esa guerrilla. Y no solo por el encendido discurso del 'número dos' de las Farc, 'Iván Márquez', que cuestionó hasta la inversión extranjera. (Lea: acuerdos sobre la tierra, el primer reto en La Habana).
Si bien la beligerancia de 'Márquez' fue lo más notorio en el auditorio del Hotel Hurdal, a donde los negociadores de lado y lado entraron en la tarde del jueves con una solemnidad propia de un hecho histórico, no menos vehemente fue Humberto de la Calle, quien entró a la segunda parte del acto claramente molesto por el tono del discurso del jefe guerrillero. (Lea: 'Márquez' y 'Santrich', dos viejos camaradas).
"Para discutir la agenda minero-energética, las Farc tienen que dejar las armas, hacer política y ganar las elecciones", y "el Gobierno no se siente rehén de este proceso", dijo De la Calle en respuesta al jefe de los negociadores de las Farc, que aterrizó en esta segunda parte de los diálogos -no estuvo en la primera- pidiendo "cambios estructurales" que sobrepasan claramente la agenda ya pactada por sus compañeros con el Gobierno en Cuba. (Lea: apenas el comienzo / Opinión).
"En las Farc nadie está amilanado, estamos llenos de moral de combate", dijo 'Márquez', para remarcar que la guerrilla no llega a la mesa vencida.
Ataque a una pieza clave
Si bien nadie se imaginaba fácil el camino que el Gobierno y las Farc comenzaron esta semana en Noruega al instalar el proceso de paz con el que el presidente Juan Manuel Santos busca cerrar definitivamente el conflicto, el solo rechazo del 'número dos' de las Farc al Marco Jurídico para la Paz dejó ver lo pedregoso que será el trayecto. (Lea: la paz es posible / Opinión).
"A las Farc les queda muy difícil que el Congreso les elabore un marco jurídico, cuando se ha parecido a un antro de corrupción, con casi 100 acusados de narcoparamilitarismo", afirmó 'Márquez'. Y llegó a decir que "quien debe someterse al marco jurídico es el Estado", para pagar por "sus crímenes atroces". (Lea: Confidencias de Noruega).
Esto significa, ni más más ni menos, que las Farc están despreciando el cimiento del proceso de paz. El Marco Jurídico para la Paz fue pensado para ellas. El Gobierno tuvo que salir a defenderlo durante su trámite en el Congreso de críticas del expresidente Álvaro Uribe y de Human Rights Watch que, paradójicamente, coincidieron en calificarlo de iniciativa para la impunidad.
Esta arquitectura jurídica partió de la base de que no es realista investigar a cientos de combatientes de la guerrilla responsables de delitos graves, porque los procesos no terminarían ni en 100 años y se repetiría el fracaso del proceso de Justicia y Paz -que solo ha producido 14 condenas-. Por eso se habló de investigar solo a los máximos responsables de la guerrilla.
Y, además, es el Congreso que 'Márquez' considera ilegítimo el que debe reglamentar el Marco para la Paz y definir la participación política de quienes dejen las armas y el tipo de penas alternativas para los autores de delitos graves.
Pero la cabeza del grupo negociador de la Farc se adelantó a este tema diciendo: "¡Cómo van a pretender que vayamos a la cárcel por hacer uso del derecho fundamental de levantarnos contra un régimen oprobioso!" Tras lo cual reclamó que 'Simón Trinidad' estuviera en una cárcel de EE. UU. "por alzarse en armas" y pidió que ese país ponga su cuota permitiendo que el guerrillero participe en la negociación "de cuerpo presente".
En la reparación a las víctimas, quedó planteado otro punto fuerte para las negociaciones que comienzan en La Habana, de manera secreta e ininterrumpida, el 15 de noviembre. "Las Farc tienen que darles la cara a sus víctimas, eso es insustituible en estas conversaciones", dijo De la Calle. "Y ahora resulta que solo hablan de las víctimas de las Farc", respondió irónicamente el guerrillero 'Jesús Santrich', quien durante el acto en Noruega pareció un hincha de 'Márquez' por la manera como celebró con gestos y señales cada cosa que él dijo.
El propio presidente Santos dijo el día que informó al país sobre los diálogos que nada sería fácil. Y las Farc lo confirmaron en Noruega al leer todo el ambicioso y amplio preámbulo del acuerdo que firmaron con el Gobierno en La Habana el 26 de agosto, y donde se subrayan puntos como que la paz pasa por "el desarrollo económico con justicia social y en armonía con el medio ambiente", la necesidad de "ampliar la democracia" y que la paz "es un asunto de la sociedad en su conjunto y requiere de la participación de todos". Una visión muy distante de la del Gobierno, que se ciñe estrictamente a los cinco puntos concretos de agenda para alcanzar un "acuerdo final".
De hecho, ayer se conoció una carta a Colombianos y Colombianas por la Paz en la que el máximo jefe de las Farc, 'Timochenko', dice -tras insistir en la necesidad de mecanismos para desescalar y humanizar el conflicto- que "no es posible llegar a una paz verdadera sin realizar modificaciones estructurales al injusto andamiaje sobre el cual se erige el régimen político colombiano".
Ante esto, el presidente Santos fue claro el viernes al señalar: "Sabemos exactamente qué queremos, dónde están las líneas rojas, qué podemos ceder y qué no podemos ceder".
Pero aún con todo lo espinoso que se ve el camino que recorrerán las Farc y el Gobierno, este no es intransitable, y de eso se tratará la negociación, de encontrar la salida. Y con un factor muy importante: ahora todo transcurrirá en un escenario a puerta cerrada, sin los micrófonos y las cámaras de la prensa mundial.
Una parte clave del análisis de lo sucedido el jueves pasa por entender que las Farc no iban a desaprovechar un escenario como el que tuvieron en Noruega para de tratar de legitimarse ante los ojos del mundo. Las Farc hacen parte de las listas -tanto de Estados Unidos como de la Unión Europea- de grupos terroristas, y el largo 'memorial de agravios' expuesto por 'Márquez', en el que recordó desde los altos niveles de desigualdad en el país hasta la masacre de los militantes de la Unión Patriótica, tenía el claro objetivo de justificar la existencia de una lucha armada que la mayor parte de la comunidad internacional considera inaceptable. Porque aunque Colombia tenga múltiples problemas por superar, nadie en el planeta se atreve a cuestionar su carácter de Estado democrático.
'Timochenko' ha dicho que la intención de su grupo armado es no levantarse de la mesa hasta lograr un acuerdo. Y aunque 'Márquez' entró hablando duro, también ratificó en público este compromiso. Porque, finalmente, y discursos aparte, ambos entienden bien que esta es tal vez la última oportunidad de una salida política para una lucha armada que tras medio siglo ha demostrado su inutilidad.

MARISOL GÓMEZ GIRALDO
Enviada Especial de EL TIEMPO
Oslo (Noruega).

DIARIO EL PAÍS: ¿ES LA HORA DE COLOMBIA?


Hay temas cruciales que no se negociarán con las FARC en la mesa de negociación de La Habana

Que el Gobierno colombiano y la guerrilla marxista FARC hayan llegado, tras más de medio año de conversaciones secretas, a una agenda sobre la que negociar la paz a partir del mes próximo en La Habana alienta la posibilidad de que esta sea la ocasión definitiva para liquidar un conflicto de medio siglo, con centenares de miles de muertos y millones de desplazados. De los prolegómenos escenificados en Oslo parece desprenderse que las dos partes, pese a patentes divergencias, han aprendido de sus errores pasados (las últimas negociaciones se remontan a una década). La inevitable soflama propagandística del jefe negociador guerrillero, llamando a “desenmascarar al asesino metafísico que es el libre mercado”, no oculta que también Bogotá asume la necesidad de cambios sociales profundos para combatir la brutal desigualdad del país sudamericano.
El presidente Juan Manuel Santos ha descartado un alto el fuego durante el proceso negociador. Una lucha armada de generaciones no se liquida en dos días. El diálogo en embrión requerirá enorme discreción y cesiones por ambas partes. Pero hay elementos que apoyan la esperanza; el principal, la debilidad de una insurgencia diezmada por el Ejército y las deserciones, que ha pasado con los años de pretender un régimen marxista para Colombia a encenagarse en el imperio delictivo de la cocaína. La concreción en cinco puntos de la negociación (reforma agraria, desarme, asimilación civil de los guerrilleros, trafico de drogas y compensación a las víctimas) le confiere un foco indispensable.
La experiencia, sin embargo, no permite excesos de optimismo. Hay temas cruciales que no se decidirán en la mesa de La Habana. El más importante, si los colombianos están dispuestos a que los terroristas de las FARC —asesinatos indiscriminados, secuestros, atentados— se reintegren sin más a la vida social y política. Los sondeos muestran que casi el 80% no aprueba una eventual amnistía.

DIARIO EL PAÍS: SANTOS:"SABEMOS EXACTAMENTE QUÉ PODEMOS CEDER ANTE LAS FARC"


El presidente de Colombia asegura que al país "no le costará nada haber ensayado" la paz




Santos en Bogotá. / M. DUEÑAS (EFE)
"Vamos a ver si estas conversaciones producen resultados. Sabemos exactamente qué queremos, sabemos exactamente dónde están las líneas rojas, qué podemos ceder, qué no podemos ceder", ha declarado el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, acerca de las conversaciones entre la guerrilla de las FARC y representanes del Gobierno iniciadas este jueves en Oslo (Noruega).
Conseguir la paz, ha subrayado Santos, "sería maravilloso para todo el mundo", pero si el intento fracasa, el Gobierno ha hecho las cosas "de forma tal que al país no le cueste nada haber ensayado".
El mandatario respondía así a las palabras del jefe de los negociadores de las FARC, Luciano Marín Arango, conocido como Iván Marquez. Márquez hizo unas duras declaraciones en la capital noruega, en las que culpaba al Ejecutivo de Santos de la pobreza y la desigualdad en Colombia.
En la misma intervención, Márquez criticó también la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, una norma que pretende reparar a más de cuatro millones de víctimas del conflicto armado y devolver unos dos millones de hectáreas a colombianos a quienes se les habían usurpado sus precios los grupos armados ilegales. "La titulación de tierras es una trampa, encarna el despojo legal, los campesinos no tienen más remedio que vender o arrendar a las transnacionales, a los que solo les interesa el saqueo de los recursos minero-energéticos", argumentó Márquez. Santos ha respondido: "No le paré muchas bolas [no les hice mucho caso] a esas manifestaciones con intenciones políticas". Acerca de la polémica por las tierras, ha opinado: "Cuando estos señores de las FARC dicen que esta es una ley de mentiras, es porque les estamos quitando las banderas de propaganda".
El 26 de agosto pasado, Juan Manuel Santos anunció que su Gobierno y las FARC habían firmado un Acuerdo General para la Terminación del Conflicto, tras siete meses de reuniones secretas en La Habana. Tras este encuentro noruego, las negociaciones se trasladarán a La Habana (Cuba) el próximo 15 de noviembre.
Ante el comienzo de las conversaciones, Paraguay ha alertado de que Rodrigo Granda y Orlando Palomino, dos de los integrantes de la delegación de las FARC en Noruega, están en búsqueda y captura por el secuestro y muerte en 2005 de Cecilia Cubas, hija del expresidente Raúl Cubas.

jueves, 18 de octubre de 2012

DIARIO EL PAÍS: Colombia reconocerá el derecho a la participación política de las FARC


Colombia reconocerá el derecho a la participación política de las FARC

El Gobierno y la guerrilla se reunirán a partir del 5 de noviembre en La Habana pero no decretarán un alto el fuego

Los negociadores del Gobierno colombiano, antes de partir desde Bogotá. / Mauricio Dueñas (EFE)
El Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC han ofrecido una rueda de prensa este mediodía para dar a conocer oficialmente a la comunidad internacional los términos en los que van a negociar el que pretende ser el acuerdo de paz definitivo para el país sudamericano. Entre los puntos que se tratarán a lo largo de las conversaciones se abordará el derecho a la participación política de las FARC en el momento en que la guerrilla abandone la violencia. Sin embargo, la primera de las cuestiones a negociar será la del desarrollo agrario, a partir del día 15 en La Habana, Cuba.
El hotel Hurdalsjoen, a las afueras de Olso. / STIAN LYSBERG SOLUM (EFE)
Durante la rueda de prensa, en que los representantes de Gobierno y FARC se han sentado juntos, Un representante de Cuba ha leído el comunicado conjunto que los negociadores han elaborado y según el cual se prevé el inicio de las reuniones el próximo día 5 de noviembre en La Habana para comenzar el día 15 a negociar el primero de los puntos acordados en el calendario, el desarrollo agrario, crucial para las FARC que la consideran el origen de las desigualdades en Colombia. En el texto, las partes han agradecido su apoyo a los Estados facilitadores del diálogo, Noruega y Cuba así como a los países garantes, Venezuela y Chile.
El exvicepresidente colombiano y jefe de los negociadores por parte del Gobierno, Humberto de la Calle, ha explicado la estructura del proceso de paz que se divide en tres fases: el acuerdo exploratorio, que ya ha finalizado, la segunda, que comienza hoy, para llegar a acuerdos sobre la agenda, y una tercera que conducirá al acuerdo final.
"El Gobierno ha establecido un calendario audaz", ha anunciado el exvicepresidente para pasar a detallar los cinco puntos "realistas" que se tratarán: el desarrollo rural, las garantías para la participación política, el fin definitivo de las hostilidades, el narcotráfico y las víctimas, "sobre todo las víctimas", ha enfatizado De la Calle. "La terminación del conflicto armado es la antesala de la paz", dijo.
Iván Márquez, número dos de las FARC, ha tomado la palabra para explicar que, bajo el punto de vista de la guerrilla, el problema de la tierra está en la base de la confrontación. "La geofagia de los latifundistas ha agudizado el problema de la desigualdad", ha señalado. ."La lucha por el territorio está en el centro de las luchas que hay hoy en Colombia" ya que "la titulación de propiedad de tierras, tal y como la ha diseñado el actual Gobierno, es una trampa", prosiguió Márquez, que ha aprovechado para arremeter contra el capitalismo y las "élites neoliberales" que hacen "chorrear sangre".
Delegaciones de ambas partes se encontraban desde el martes por la mañana en la capital de Noruega para mantener un encuentro que, aunque estrictamente reservado, en principio, es protocolario y tiene el único fin de limar cuestiones de procedimiento de las conversaciones, que se desarrollarán en La Habana a partir de noviembre.
El papel de Noruega en estas conversaciones es el de facilitador del proceso, al poner a disposición de las partes un lugar neutral, con un prestigio internacional exquisito como mediador de conflictos, para tener su primer contacto público. El Gobierno de Colombia y las FARC llevan seis meses hablando en secreto para pactar la agenda de cinco puntos sobre que deben ser resueltos en estas negociaciones para alcanzar una paz definitiva y el fin del conflicto armado. En la nueva fase que comienza hoy, esas conversaciones siguen siendo reservadas. Todos los actores implicados han protegido al máximo detalles como el lugar de la reunión hoy en Oslo o quiénes están presentes en ella por parte de las FARC.
Según informa Efe citando fuentes cercanas al proceso, en el acto se leerá una declaración conjunta, seguida por una rueda de prensa del Gobierno colombiano con diez preguntas y otras tantas en otra conferencia que liderará el grupo de las FARC.
La llegada a Oslo de los negociadores se produjo el martes por la mañana. Según informó Reuters, ambas delegaciones pasaron por la puerta VIP del aeropuerto.
Durante dos semanas, la reunión entre las partes estuvo prevista para el lunes y martes de esta semana y la rueda de prensa para el miércoles. Problemas de última hora retrasaron todo hasta este jueves. Por un lado, las partes se encontraron con problemas logísticos, especialmente para que los negociadores de las FARC salieran de Colombia para reunirse en La Habana antes de viajar a Oslo.
Por otra parte, nunca ha estado claro qué miembros de la guerrilla viajarían a Noruega. La Fiscalía General de Colombia confirmó esta semana que ha suspendido las órdenes internacionales de captura contra algunos de los miembros de las FARC para que no fueran detenidos al llegar a Europa. Sin embargo, Interpol tiene aún vigentes órdenes de captura internacionales emitidas por países como España, Estados Unidos o Paraguay contra tres personas que en teoría forman parte del equipo negociador de la banda.