El negro homérico

Diario de Noticias, El negro homérico, Miércoles 10 de noviembre de 2008, por Melba Luz Calle


Obama es ya un héroe, de la talla de los personajes, mitad hombres y mitad
dioses, que Homero imaginó en sus poemas. La odisea del presidente electo
de los Estados Unidos ha consistido en dividir en dos la historia de su país.
Desde su victoria, otro futuro anuncia que puede ser posible.
Para triunfar Obama supo allanar dificultades aparentemente insalvables: el
hecho de ser mulato (hijo de un negro y una blanca, en un país que, en la
catástrofe de New Orleans, exhibió la auténtica dimensión socioeconómica de
su vigente racismo), su juventud e inexperiencia políticas, sumadas a la
resistencia de las maquinarias tradicionales de su propio partido, los enormes
costes de una campaña presidencial en Norteamérica. Ciertamente se diría
que, como Ulises, el presidente negro ha sido protegido por los dioses.
Pero la de Obama es una empresa real que habrá de superar todavía la
resistencia del complejo militar-industrial, denominado así por John Kenneth
Galbraight en concepto tomado de Eisenhower. Especialmente difícil será
modificar el presupuesto de inversión en armas y guerras para destinarlo a
mitigar la enorme desigualdad racial y social de ese país.
Pero quienes tenemos la misma raza que Obama vivimos con particular
sensibilidad y esperanza lo que ha sucedido. Los negros y mulatos
colombianos de Cali, Barranquilla y algunos pueblos de Bolívar salieron a las
calles a celebrar con tambores, al grito unánime de !si se pudo!, este gran éxito
que es particularmente nuestro. Y que no se vea en ello una especie de
racismo a la inversa sino el legítimo deseo de reconocimiento de la identidad
afrocolombiana.


Ver más: https://docs.google.com/file/d/0B8MZNSvgS7oGc041WUVUd3pGeWs/edit

Versión en el periódico:
https://docs.google.com/file/d/0B8MZNSvgS7oGdGFkLVhTdlNOSkk/edit

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