jueves, 25 de septiembre de 2014

MESA DE NEGOCIACIONES DE LA HABANA: A PARTIR DE LA FECHA NO VAMOS A MATAR A MÁS COLOMBIANOS


Como ciudadana colombiana, en ejercicio del derecho colectivo a la Paz, exijo a la Mesa de negociaciones de la Habana esta declaración:

NOSOTROS LOS ABAJO FIRMANTES DECLARAMOS:

"A PARTIR DE LA FECHA NO VAMOS A MATAR A MÁS COLOMBIANOS"

Para alcanzar la paz, hay que hacer la paz. Existen precedentes, el grupo armado ETA, hizo una promesa similar en España y la cumplió. Es una declaración simple, no implica ni dejar las armas, ni entregar las armas, ni significa rendirse, ni ninguna de estas cuestiones.

Ya basta de requilorios, idas y vueltas, firmas y firmas, ¡ dejen de matar ya!!!!

lunes, 28 de julio de 2014

LOS DERECHOS FUNDAMENTALES COMO NORMAS JURÍDICAS, EDITORIAL TEMIS, DE BOGOTÁ


ME AGRADA COMUNICARLES QUE SE HA PUBLICADO MI LIBRO: LOS DERECHOS FUNDAMENTALES COMO NORMAS JURÍDICAS, POR LA EDITORIAL TEMIS DE BOGOTÁ.

miércoles, 21 de mayo de 2014

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, Desde una perspectiva sociológica e histórica


Por: Benjamín Calle Carrascal


El último reconocimiento que se le ha hecho a Gabriel García Márquez, con motivo de su fallecimiento, ha sobrepasado todos los límites de la admiración que se pueda sentir por un ser humano. La genialidad e inconmensurable talento de Gabo le ha permitido dejar a la posteridad una obra producto de su extraordinaria capacidad creativa: hizo de la realidad brutal y trágica del pueblo colombiano una ficción de magnitud universal. Pero la fantasía garciamarquiana expresa una profunda crítica social y política que no suele ser destacada o comprendida en su exacta dimensión: Macondo es la personificación de una nación con una inicua trayectoria signada por la miseria, la desigualdad, el hambre y las guerras permanentes.

Esta perspectiva de la obra de Garcia Márquez es destacada en la tesis doctoral “Constitución y Guerra: una revisión del sistema de derechos fundamentales de Colombia durante el siglo XX” de Melba Luz Calle Meza, investigación que obtuvo la máxima calificación de suma cum laude por unanimindad en la Universidad de Zaragoza-España y acaba se ser publicada como libro por la Editorial Ibáñez de Bogotá.  En este trabajo se destaca cómo García Márquez se adelantó a los estudios científicos sobre la violencia y cómo su obra literaria tiene una gran trascendencia incluso en el plano de nuestra historia constitucional, así: “entre los procesos constituyentes que culminaron con la promulgación de las Constituciones Colombianas de 1886 y 1991 han transcurrido los mismos cien años que la novela grande transformó en universales”, puesto que la época narrada en el más célebre libro del escritor costeño queda comprendida dentro de la vigencia de la Constitución de 1886 e ilustra, mejor que ninguna otra obra especializada, el carácter absurdo y perverso de los episiodios de guerra interna en Colombia.
La profesora Calle Meza hace, en Constitución y guerra, un completo análisis del proceso histórico, político y constitucional vivido en este país desde la Constitución de 1886 hasta la entrada en vigencia de la Constitución de 1991. Y demuestra cómo dentro de los factores que intervinieron en el surgimiento y continuidad de la violencia en el siglo pasado se destacaron elementos de la propia cultura jurídica y, particularmente, de nuestra auténtica cultura constitucional, caracterizada por concepciones y prácticas premodernas, tales como el bipartidismo excluyente y belicista, el presidencialismo exacerbado, el abuso del estado de excepción o la confusión de poderes entre el Estado y la Iglesia católica, entre otros.
Ahora bien, muchos de estos rasgos culturales subsisten en la actualidad y amenazan la paz que ahora pareciera estar tan cerca. Se trata de concepciones y prácticas jurídicas anteriores al sistema jurídico que se instauró con la Constitución normativa de 1991. Y que ponen en evidencia la renuencia, en un sector importante de la sociedad colombiana, a que se haga una realidad el Estado social de derecho y el respeto a los derechos fundamentales consagrado en la Constitución vigente.
Ciertamente, lo que está ocurriendo en la Colombia del siglo XXI ya lo había denunciado García Márquez en el siglo XX: es la fuerza de una corriente – hoy bajo el extravagante liderazgo del Procurador General de la Nación- que se opone a toda costa, y sin importar los medios, a la modernización del Estado y del derecho colombianos.
Una clara muestra de ello es el episodio patético de la destitución del Alcalde Gustavo Petro, las trescientas tutelas interpuestas contra la misma, los fallos de jueces, tribunales y Altas Cortes e incluso de una Corte internacional, el posterior reintegro por el presidente y su anuncio inmediato de que impugnará la resolución que ordenó la restitución con el fin de que el funcionario sea destituido nuevamente y de que continúe posponiéndose así la solución de este bochornoso incidente, etcetera, etcetera, etcetera.
La similitud del caso Petro con lo ocurrido con el macondiano deceso de la Mamá Grande es pasmosa. También en Macondo se produjo aquella interminable discusión política y jurídica que implicó a los máximos juristas y académicos del país "sabios doctores de ley, probados alquimistas del derecho" quienes "ahondaron en herméneutica y silogismos en busca de la fórmula que permitiera al Presidente de la República asistir a los funerales". Pero, cuando ya habían pasado dos meses sin que se hubiese adoptado una decisión, se informó que el cadáver de la Mamá Grande estaba punto de reventar por hallarse expuesto a 40 grados a la sombra. Fue entonces cuando se declaró turbado el orden público para revestir al presidente de facultades extraordinarias para que pudiera concurrir legalmente al entierro.
En Bogotá se han vencido todos los plazos para que el caso Petro sea resuelto con algo de seriedad jurídica y política, aquí también el asunto huele mal y amenaza con estallarnos a todos en la cara y poner, una vez más, en evidencia el carácter grotesco de nuestro irritante formalismo jurídico.
Pero, como lo sugirió el más grande escritor de toda nuestra historia, lo que con este ejemplo se muestra es que lo real y esperpéntico se entremezclan vigorosamente en Colombia y que la actual arremetida contra el proceso de modernización del Derecho colombiano, iniciado en 1991, semejante a la férrea oposición a las reformas sociales de los años treinta del siglo XX, podría tener la fuerza suficiente para perpetuar la tragedia de un pueblo que merece una mejor suerte.

  

Sincelejo Abril 28 de 2014.
benjamincalle@hotmail.com                       
  



domingo, 27 de abril de 2014

Publicado Libro sobre Constitución y guerra en Colombia. El conocimiento de la historia de la guerra interna es necesaria para consolidar la paz.


 

                                                                 
Para lograr consolidar una paz estable y duradera, este país, sus ciudadanos, la clase de los juristas, que tanta influencia ha tenido y tiene en nuestro acontecer histórico, deben conocer con profundidad los episodios de violencia que hemos vivido así como los factores que han intervenido en los mismos.  Dentro de éstos se destacan elementos de nuestra propia cultura jurídica y, particularmente, de nuestra auténtica cultura constitucional, caracterizada por concepciones y prácticas pre-modernas, tales como el presidencialismo exacerbado, el abuso del estado de excepción o la confusión de poderes entre el Estado y la Iglesia católica, etc. Muchos de estos rasgos culturales perviven en la actualidad y amenazan la paz
Estos son, entre otros, los aspectos que se analizan en esta obra publicada por la Editorial Ibáñez y que se pone a disposición de los lectores.

Link de la Editorial Ibáñez de Bogotá.EDITORIAL IBÁÑEZ DE BOGOTÁ-LIBRO CONSTITUCIÓN Y GUERRA













MI LIBRO ESTÁ DEDICADO A LAS VÍCTIMAS DE LA GUERRA INTERNA TANTO A MEDIDADOS COMO A FINES DEL SIGLO XX, ENTRE ELLAS: MI ABUELA PATERNA CELMIRA CARRASCAL MERCADO VÍCTIMA DE LA VIOLENCIA DE LOS AÑOS CINCUENTA Y LOS HERMANOS DE MI AMIGA LUZ MARÍA RESTREPO VÍCTIMAS DE LOS PARAMILITARES




EN EL CAPÍTULO PRELIMINAR SE DESTACAN LAS RELACIONES ENTRE LA OBRA DE GARCÍA MÁRQUEZ Y LA HISTORIA DE CONSTITUCIÓN Y GUERRA EN COLOMBIA.